PROCESIÓN DEL DOMINGO DE RAMOS
JESÚS EN LA BORRIQUILLA ENTRA TRIUNFAL EN BENAVENTE
La escena nos muestra al grupo escultórico de “Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén” (esa es su denominación oficial), popularmente conocida como “La Borriquilla” durante la procesión matinal del Domingo de Ramos de hace unas cinco décadas. La instantánea recoge concretamente un momento de descanso de los porteadores de este paso cuando la comitiva asciende por la calle de Santa Cruz, en el tramo que se abre a la Plaza del Grano. En primera línea de los banzos se distingue a dos de los hermanos Vaquero Caballero (Vivitas) Santiago y José Luis, situados éstos en los extremos de dichas andas.
Un nutrido grupo forma la comitiva que acompaña a “La Borriquilla”, entre ellos numerosos niños y jóvenes, algunos de los cuales portan ramos de olivo en sus manos, tal y como es tradición llevar a cabo en esta procesión. Alguna señora cubre su cabeza con velo negro, mientras una muchacha lo hace con un vistoso pañuelo. Los costaleros, trajeados o endomingados para la ocasión, clavan sus perchas en el pavimento y acoplan las horquillas en los banzos de la mesa procesional, descargando el peso del conjunto escultórico realizado por los talleres “El Arte Cristiano” de Olot, obra ésta ejecutada a partir de un modelo del escultor y medallista catalán Jaume Martrus i Riera. La grey infantil participaba en la procesión del Domingo de Ramos por aquellos tiempos de una forma algo diferente a como lo hace en la actualidad, pues muchos de los niños de cada parroquia benaventana, dispuestos en filas y acompañados por sus catequistas entonaban cánticos para la ocasión, como aquel que decía: “No llores Jesús no llores, que nos vas a hacer llorar, los niños de esta parroquia te queremos consolar...”.
Al lado de la derecha del observador se distinguen en la fotografía algunos edificios como la casona de Don Mateo Silvela (antigua casa de la Administración o Contaduría de los Estados del Conde de Benavente), la casa de Manolo del Fraile (con mirador acristalado de los que tanto abundaron en algunas calles de Benavente), la casa de las Veregistas, la casa de Juan Muñoz y la casa de los Tiarrucos (con un establecimiento en sus bajos del que apenas se distingue el rótulo, y que podría ser un comercio de calzados). Al lado izquierdo se aprecia la casa que viene a cerrar la Plaza del Grano o “de los bueyes” y más abajo, un tanto borrosos o desdibujados, se visualiza un grupo de edificios entre los que se encuentra el Hospital de la Piedad. Al fondo cerrando el “punto de fuga” de la imagen, ya lejano en la Plaza de la Soledad se distingue la estructura y ventanas de la casa de Horacio González (actualmente de Maestre).
La estampa podría datarse en los primeros años de la década de 1960. Era por entonces el Domingo de Ramos un día muy señalado y de celebración para los niños, pues era tradición estrenar alguna prenda, por ello se decía: “El Domingo de Ramos, quien no estrena nada no tiene manos”.
Juan Carlos de la Mata Guerra
Fotografía gentileza de Santiago Vaquero Colino
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