viernes, 20 de abril de 2012

Diciplinantes 1581

LOS DISCIPLINANTES DE LA VERACRUZ
EN 1581


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Trascripción del documento


Regimiento hordinario de miercoles diez e syete de mayo de mill e quinientos ochenta e un año hecho por los señores Miguel de Arroyo, corregidor, e Antonio Coco e el licencyado Carvajal e Fernando Portocarrero e Antonio de Reynoso e Fernando Fernandez, regidores, e Pedro Albarez, procurador general de esta villa de Benavente, e lo que acordaron e mandaron es lo syguiente.

Vino el señor contador Chrispoval Rodriguez.

Comision sobre la deçiplina.

Este dia sus mercedes cometieron a los señores oficiales de la cofradia de la Cruz e a los oficiales della sobre que hagan una proçesyon de deçiplina por los temporales e agua para que nuestro Señor ynvie agua por la neçesyidad que della ay, que para los Christos se les dara seys achas.


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Comentario

El texto que reproducimos, fechado el día 17 de mayo de 1581, se trata de un acta municipal que recoge un acuerdo del Regimiento o Ayuntamiento del Concejo de Benavente en el que se dispone que los oficiales de la Cofradía de la Cruz organicen una procesión de disciplina causa de la sequía “para que nuestro Señor ynvie agua por la neçesyidad que della ay”. A este respecto el ayuntamiento benaventano dispone se le entreguen a esta cofradía para acompañamiento procesional de las imágenes que se han de sacar en rogativa hachas de cera: “que para los Christos se les dara seys achas”. Aunque los disciplinantes o flagelantes de la Cofradía de la Cruz o Veracruz procesionaban principalmente en Semana Santa y en otras funciones o procesiones propias de la misma, en ocasiones eran requeridos para que participasen en rogativas. Se consideraba que su penitencia o mortificación física contribuía a redimir no sólo de sus pecados a los cofrades flagelantes, sino también contribuía a aplacar la ira Divina que llegaba en forma de calamidades públicas (pestes, temporales, sequías, etc.) como castigo por las muchas ofensas y pecados colectivos.

Los disciplinantes
José Gutiérrez Solana


Los disciplinantes

El disciplinante es la persona que se flagela la espalda públicamente como penitencia. Esta costumbre de disciplinarse o flagelarse podría tener sus orígenes más remotos en la corriente milenarista que se extendió por Europa en torno al año mil de nuestra era, manifestación que tendría su continuidad en determinados momentos históricos como las manifestaciones que tendrán lugar con ocasión de pestes y calamidades públicas que asolaron el continente europeo, especialmente la llamada Peste Negra. Más concretamente y respecto al culto a la Pasión de Cristo y a sus cofradías penitenciales estas manifestaciones de disciplina tendrían su origen o fermento durante los siglos XII y XIII merced a la difusión de San Bernardo de Claraval y San Francisco de Asís. Así mismo el retorno de los cruzados de Tierra Santa impulsaría la devoción por la Pasión de Cristo y en particular por las cinco llagas.

Desde el siglo XV surge una corriente de misticismo popular en torno al culto a la Cruz y a la Pasión de Cristo, y que trata de imitar sus pasos hasta el Calvario. Se extiende de esta forma el culto a las Siete Palabras y a los elementos relacionados con la cruz, como los clavos y la corona de espinas, así como el culto a la sangre de Cristo. Este culto fervoroso por la Pasión desemboca en la fundación de las primeras cofradías penitenciales en nuestro país, que tradicionalmente vienen a recibir el nombre de Cofradía de la Vera Cruz, y en algunos casos el de Cofradía de la Sangre de Jesucristo. Ambas tendrán como una de sus funciones principales la flagelación pública. Estas aplicaciones de disciplina por los flagelantes se llevaban a cabo en conmemoración de la Pasión y con el fin de redimir sus pecados, principalmente los días de Jueves y Viernes Santo. Estas cofradías gozaron pronto de gran aceptación entre los fieles contando con numerosos integrantes, si bien no todos se disciplinaban o flagelaban.

Procesión de noche
José Gutiérrez Solana

En las ordenanzas o reglas de estas cofradías o hermandades de penitentes con frecuencia se distinguían entre dos clases o categorías de cofrades, los llamados hermanos de sangre, que eran propiamente los flagelantes y que abonaban una cuota de entrada reducida en relación con el servicio que tenían que prestar a la cofradía, y los denominados hermanos de luz, que eran los portadores de los hachones o velones de cera en las funciones y procesiones de la cofradía y que debían satisfacer íntegramente su cuota de entrada.

Estas prácticas de la disciplina o flagelación sufrieron a lo largo de la historia diversas críticas por sus excesos, intentaron la limitación o prohibición de estas prácticas diversos monarcas y autoridades eclesiásticas hasta que el reformismo ilustrado del siglo XVIII prohibirá definitivamente la flagelación pública, si bien en algunos lugares continuaron practicándola de forma oculta o restringida.

Procesión de Semana Santa
José Gutiérrez Solana

Flagelantes en Benavente

En Benavente sería la orden franciscana, asentada en la villa según el historiador José Ledo del Pozo desde 1270, la introductora de esta devoción por la Pasión y culto a la sangre de Cristo. Existen referencias de la existencia de esta Cofradía de la Cruz o Veracruz en Benavente desde al menos desde 1482, siendo una de las cofradías en general más antiguas de la villa (englobando también entre ellas a las gremiales y otras devocionales), y la más veterana desde luego de las centradas en el culto a la Pasión del Señor.

En las actas del Concejo benaventano se les denomina a estos penitentes de la Vera Cruz con el apelativo de: “los disciplinantes”. José Ledo del Pozo en su Historia de Benavente, escrita en las segunda mitad del siglo XVIII se refiere en estos términos a los disciplinantes de la Cruz o Veracruz y su cofradía, cuando ésta costumbre de flagelarse debía de estar ya desaparecida en sus procesiones o en franca decadencia: “La de la Cruz, que en lo antiguo hacía su función de disciplinantes el Jueves Santo, no pudiendo tener oficio los plebeyos.”

Juan Carlos de la Mata Guerra

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