«Benavente está reivindicando su posición dentro de la historia moderna española»
Fernando Manzano Ledesma, Profesor Titular Interino del Área de Historia Moderna de la Universidad de Oviedo
Fernando Manzano Ledesma, Profesor Titular Interino del Área de Historia Moderna de la Universidad de Oviedo
«Es necesario sacarla del anonimato historiográfico. En trabajos históricos se citan otras poblaciones que a mi juicio son de menor categoría»
MÓNICA C. THOMSON.
Fernando Manzano Ledesma (Zamora 1977, aunque «criado en Benavente toda la vida», como el mismo se encarga de precisar) es profesor titular interino del Área de Historia Moderna de la Universidad de Oviedo. El pasado 28 de enero, festividad de Santo Tomás de Aquino y de la Universidad, le concedieron el Premio Extraordinario de Doctorado por su Tesis "Benavente en la Edad Moderna: la "ciudad", sus habitantes y sus medios de vida", dirigida por la profesora María del Carmen Ansón Calvo. En esta entrevista explica porque eligió el tema de Benavente y señala algunos aspectos que la ciudad ha heredado de aquel no tan lejano tiempo.
- ¿Cómo se siente al haber recibido este premio?
- Bastante orgulloso porque siempre he tenido a Benavente en el corazón, aunque parezca una bobada. Lo más fácil hubiera sido hacer la tesis doctoral sobre Asturias, porque es lo que tengo más a mano: el Archivo Histórico de Asturias, el Ayuntamiento de Oviedo, el Ayuntamiento de Gijón... Pero yo tenía claro desde un principio que quería hacerlo sobre mi pueblo, sobre mi ciudad, sobre Benavente. Yo creo que es un premio que debo de compartir con todos los benaventanos, los presentes y los que ya no están, ya que gracias a ellos he podido desarrollar mi tesis doctoral. Y también ayudar, aunque sea con un pequeñín grano de arena, a que la ciudad de Benavente sea conocida en el panorama nacional desde el punto de vista historiográfico, desde el punto de vista de la investigación. Me siento muy honrado por haber recibido este premio.
- ¿Por qué sobre Historia Moderna y no otra época histórica?
-Desde el primer momento me llamo la atención la época Moderna que abarca desde finales del siglo XV hasta comienzos del siglo XIX. Son esos cuatrocientos años de Historia en la que España había sido una gran potencia mundial. Y además podemos observar como llega a la cima de su poder y como a partir del siglo XVII ese gigante con pies de barro empieza a decaer. Yo creo que como fuente de investigación es muy interesante porque puedes abarcar muchas variables.
- ¿Cómo eran los benaventanos en aquella época?
- Mi tesis doctoral abarca desde comienzos del siglo XVI hasta comienzos del siglo XIX. Un dato que creo que muy significativo es que Benavente no era una población excesivamente grande, tendría entorno a los 3.000 y los 3.500 habitantes. Lo podemos comparar por ejemplo con poblaciones que estaban más abajo de la frontera del Duero, sobre todo en la zona andaluza o en la zona extrema donde encontramos poblachones, en una especie de lo que llaman los historiadores agrociudades.
- ¿Cuáles eran las características de la ciudad?
En Benavente se dio la circunstancia de que estando débilmente poblada, porque no deja de ser una villa de 3.500 habitantes como mucho, tenía una estructura profesional muy diversificada. A la hora de hacer unos estudios en época moderna te encuentras que el 30% de la población se dedicaba a sectores terciarios, lo que se conoce hoy como el sector servicios. Había mercaderes y funcionarios. Dentro de esos funcionarios había funcionarios reales, funcionarios condales porque en Benavente estaba la Contaduría Mayor de los Estados del Conde de Benavente, de la familia Pimentel. A lo largo de la Edad Moderna mantuvo una plantilla que rondaba los veinte oficiales. Eso le da a Benavente esa diversificación le da un cariz, que trate en la tesis Doctoral, eminentemente urbano.
- ¿Pero era también una cabecera agraria?
- No hablamos de que en Benavente fuera un 80% de campesinos y el otro 20% de artesanos. Estamos hablando de que los tres sectores clásicos estaban muy bien representados. Había funcionarios , un 30% de artesanos y un 40% de benaventanos que se dedicaban a labores del campo. Llama mucho la atención y tiene mucha importancia porque era la capital, la cabeza de un partido que estaba muy poblado y que curiosamente estaba inserto en la provincia de Valladolid.
- ¿Cuándo cambió?
- Hasta 1833 no paso a ser de la provincia de Zamora. Y Benavente era el núcleo de referencia de cerca de 20.000 comarcanos. Unos 120 pueblos cuando tenían que ir al mercado iban los jueves a Benavente. Cuando tenían que comprar cualquier repuesto artesano o recurrir a carpinteros, recurrían carpinteros benaventanos o a los zapateros benaventanos. Y lo que es más importante en Benavente hubiera en torno a estos siglos catorce o quince escribanos en está época. Es un dato muy significativo porque en Oviedo, en aquella misma época había veinticinco escribamos para una población que triplicaba Benavente. ¿Qué quiere decir esto? Que Benavente ha sido un centro neurálgico, no sólo la capital en torno a 120 pueblos. Yo creo que la cantidad de tratos y contratos que se daban entre los benaventanos y los habitantes de los pueblos circundantes, fomentaba mucho la economía. Si había muchos escribanos es que el dinamismo económico era importante.
- ¿Qué queda de esa época?
- Una de las cosas más importantes es tener uno de los mejores archivos de la Corona de Castilla. Hay unas series cronológicas impresionantes. Cuando lo comentó aquí en Oviedo en el Departamento de Historia o en clase los fondos documentales que tenemos en Benavente, se llevan las manos a la cabeza, porque son muy ricas. Tengo que hacer referencia a Juan Carlos de la Mata, que es uno de los verdaderos atlantes del Archivo Municipal y el que mejor lo conoce y también de Historia Benaventana.
- ¿Sin embargo la conservación del patrimonio resulta más bien escueta?
- De lo poco que se conserva, todos somos conscientes, de las iglesias románicas de San Juan y Santa María, y de la época meramente moderna tenemos el Hospital de la Piedad, que se construyó a principios del siglo XVI. Y una cosa que creo que la gente no valora mucho, pero sobre todo el trazado urbano y la recuperación de esos nombres típicos del trazado urbano. Que son los nombres que yo me encuentro en la documentación de los siglos XVI, XVII y XVIII. Ese pasaje de las Guindas, calle Garrido, plaza de los Bueyes o plaza de la Madera son nombres tradicionales para nombrar las calles benaventanas. Eso si se conserva. A lo mejor no nadamos en la riqueza patrimonial impresionante como otras ciudades de Castilla y León, porque ya sabemos qué ha pasado con el patrimonio benaventano, con la destrucción hace relativamente poco de la Iglesia de San Nicolás que hay un banco ahora. Pero si mantenemos, por lo menos esa estructura urbana que tiene reminiscencias medievales, pero es meramente moderna.
- ¿Es difícil investigar hoy día?
- Puede ser bastante gordo. Hay una traba. Que es un trabajo muy solitario. Es como Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. No es como otras carreras, las técnicas que ya sabemos que hay laboratorios y la gente trabaja más en grupo. Nosotros tenemos que desarrollar un trabajo que es solitario, que a veces es un poco árido. Pero al final creo que hay muchas recompensas. Reconstruir un pasado que ya no existe y que se conservan en viejos manuscritos y que vuelven a la vida cuando los historiadores o cualquier persona interesada en la Historia Local o Regional se acercan a ellos. Creo que es una de las recompensas que tiene. Es duro, pero creo que al final hay que sentirse muy orgulloso.
- ¿Está todo descubierto en Historia o queda mucho por investigar?
- Queda muchísimo, sobre todo en Historia Moderna. Siempre comentamos los que nos dedicamos a ello, los modernistas que los siglos XVI al siglo XVIII como los "Bellos Desconocidos", el siglo XVII tiene el mismo adjetivo "el Bello Desconocido". En el siglo XVII, en concreto en España falta muchísimo por investigar. Tampoco tenemos que obviar que España cuenta con uno de los mejores Archivos de Fuentes Documentales Históricas que es el Archivo General de Simancas, que básicamente el 70% de sus fondos es de la Historia Moderna Española.
- ¿Este premio es un aliciente para seguir trabajando?
- Sí, por supuesto. Es ver recompensado muchos años de trabajo. Pero sobre todo en la carrera universitaria quien se queda parado se muere. Tienes que estar constantemente renovándote no sólo en lecturas bibliográficas sino apuntando hacía nuevos proyectos.
- Recientemente han visto la luz dos libros con el CEB "Ledo del Pozo" y varios artículos en revistas especializadas.
- Si. Participaciones en Congresos tendré cerca de veinte, de diferente temática. Como hilo conductor prácticamente todas las ponencias en los congresos son sobre la Villa de Benavente por la riqueza documental que se conserva y por interés propio; la Villa de Benavente como entidad poblacional y que se conozca en otras partes de España. Y por lo menos sacarla de cierto anonimato historiográfico. Es muy curioso que se citan en trabajos históricos otras poblaciones que yo pienso que son de menor categoría que Benavente, pero como nadie lo había trabajado o apenas estaba trabajada, en este caso la Historia Moderna benaventana, yo creo que estás investigaciones y con la colaboración de otros investigadores como por ejemplo Juan Carlos de la Mata, creo que Benavente está por ahora reivindicando su posición dentro de la Historia Moderna de España.
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