NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS EN 1898
En el número 12 del Semanario benaventano “La Mota”, publicado el 27 de marzo de 1898, se incluía un artículo referente al Novenario de Nuestra Señora de las Angustias, y que fue celebrado previamente a la Semana Santa de dicho año. Un año azaroso y desventurado aquel de 1898, en el que tienen lugar los últimos episodios de la Guerra de Cuba, los cuales se viven en Benavente con gran expectación e interés. Por ello se realizan comentarios ante la situación que atraviesa el país por el conflicto colonial, la perturbación del orden por la carestía del pan, la falta de trabajo y la ausencia de agua para los campos y cosechas. Un año dificultoso en el que los fieles piden con sus oraciones remedio para tantos males, solicitando la intercesión de la Santísima Virgen de las Angustias.
La novena en cuestión tenía lugar por entonces en el desaparecido templo de San Nicolás. Según anuncia previamente el periódico local, la devota imagen se subirá para la ocasión desde su Ermita de la Soledad por los cofrades del Santo Entierro. En los días de celebración del mencionado novenario se prevé la intervención de los eminentes oradores sagrados don Eugenio González Vidales y don Bernardino Seisdedos, quienes pronunciarán sus pláticas sagradas en tan necesarios actos de rogativa, “en la que todos los españoles estamos interesados”, apostillando a continuación el redactor del artículo: “Dios oiga nuestros votos”.
Eran sin duda aquellos días difíciles para la Nación, que naufragaba en un mar de dificultades, por lo cual los fieles católicos de Benavente solicitaban especialmente en aquellas fechas previas a la Semana Santa la intercesión ante el Todopoderoso de María Santísima, representada en esta ocasión por una de sus devociones e imágenes más queridas: La Virgen de las Angustias.
Juan Carlos de la Mata Guerra
Hermano Cofrade de Jesús Nazareno
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