lunes, 13 de marzo de 2017

1958 - Pequeños Nazarenos

Pequeños Nazarenos

La instantánea capta un momento del discurrir de la Procesión del Encuentro en la mañana del Viernes Santo a su paso por la calle de Santa Cruz y a la altura de su confluencia con la calle Encomienda. Como fondo a la estampa se distingue el edificio conocido como Casa Barrios (Quiliano Barrios). La amarillenta fotografía, a todas luces algo desvaída y castigada en su conservación por el paso de los años, nos muestra de una forma imprecisa un rincón de Benavente en los años finales de la década de los cincuenta del pasado siglo.

1958 - Procesión del Encuentro
Segunda Fernández García y Pedro Nistal Fernández
Fotografía gentileza de Ester Nistal García

En primer plano y en el centro de la imagen se observa a un niño de mediana edad que carga con una cruz de reducidas dimensiones. El infante aparece vestido con túnica nazarena y cubierto por verduguillo, rematado éste con adorno que pretende evocar o simular a la corona de espinas. El niño, en un gesto o mohín de esfuerzo, alza su mano izquierda para levantar el mástil de la pequeña cruz, mientras que mantiene su mano diestra asida su travesaño. Junto al pequeño cofrade aparece su madre, entoquillada y cubierta con pañolón blanco, quien porta una enhiesta vela de cera en una de sus manos, mientras que con la otra, en actitud maternal de tutelaje, parece quisiera guiar y ayudar a soportar la carga de su pequeño retoño*. Tras el chiquillo se distingue a otro infante que sigue sus pasos, formando así quizá una columna de pequeños cofrades nazarenos.

El resto de la escena se resume en una hilera de devotas mujeres que dirigen su mirada hacia el centro de la comitiva procesional. Al fondo derecha de la imagen se distingue a un cofrade adulto, del que se aprecia su túnica morada y capezuz nazareno, y que como apostado parece apoyarse en su vara de procesionar.

Plasma esta instantánea un momento entrañable de nuestra Semana Santa, el cual recoge sin duda todo el sabor de otro tiempo, a la vez que nos muestra a unas gentes sencillas, humildes en cuanto a su porte y vestimenta, y sin más pretensión que la de hacernos partícipes de su devoción. Unas gentes tan ajenas y lejanas a nuestros tiempos actuales de “postureos” de cara a la galería. Unos tiempos estos que vivimos en el presente definidos, siempre a nuestro juicio, por el sello de un pretencioso barroquismo y una marcada opulencia externa. Muy al contrario se define esta imagen, captada por la cámara de un fotógrafo local, al hacernos participes en cambio de este interesante fragmento gráfico, que cual reliquia de un pasado lejano cobra valor y sentido con el paso de los años. Testimonio es para el recuerdo del ambiente de una procesión en un tiempo en el que se cuidaba de esa savia nueva que suponen siempre los niños dentro de las cofradías de la Semana Santa. Se podría decir que en cierta forma supone esta bella instantánea fotográfica un nostálgico y fiel testimonio gráfico de toda una época. Un retrato trasparente y auténtico que nos revela a unos “cachorros nazarenos” que se manifiestan, en su tempranero procesionar, sin duda orgullosos de proseguir la tradición y de emular a sus mayores.

Se trata en definitiva de una estampa que nos muestra ese encanto que tan sólo poseen las fotografías en blanco y negro. Guarda en definitiva esta evocadora fotografía en su fugacidad toda la frescura del momento que logró capturar la cámara, a la vez que nos trasmite y hace partícipes de una forma imperecedera todo el sentimiento y autenticidad en que se plasmó la escena.

* Nota: Los personajes centrales de la fotografía son la señora Segunda Fernández (conocida como “La Colchonera”), muy popular por su oficio de varear y hacer a caja los tradicionales colchones de lana, y persona, por otra parte, muy apreciada y conocida en Benavente, quien acompaña a su hijo vestido de pequeño nazareno.

Juan Carlos de la Mata Guerra
Fotografía gentileza de Ester Nistal García 

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso artículo, Juan Carlos. Pre-sintiendo ya la Semana Santa. Pablo Beltrán.