San Blas en Benavente
Juan Carlos de la Mata Guerra
Juan Carlos de la Mata Guerra
Por San Blas la cigüeña verás...
El 3 de febrero es la festividad de San Blas, protector de las enfermedades y dolencias de garganta. Por este motivo traemos a esta página un breve recordatorio sobre la tradicional devoción de que siempre ha sido objeto en Benavente, donde se continúa venerando alguna de sus reliquias en la iglesia de Santa María del Azogue. Así, al llegar cada año el día de su festividad, son numerosos los fieles acuden al servicio religioso en el mencionado templo para besar la mencionada reliquia. Antiguamente era tradición la entrega de una cinta bendecida a cada uno de los devotos, que éstos colgaban del cuello como protector para las enfermedades de garganta.
En la iglesia de San Juan del Mercado, y concretamente en el retablo de San Ildefonso, se localiza una imagen de San Blas. En esta talla se representa al santo obispo vistiendo casulla y coronado con la mitra. En su mano izquierda porta el báculo, mientras se lleva la derecha a la garganta como señal de su especial patronazgo. Según la tradición San Blas fue obispo de Sebaste, en Capadocia (Asia Menor) hacia el año 283 de nuestra Era. Esta mediación del Santo respecto a la curación de las enfermedades de garganta se debe a la fama que le reportó un milagro que según la tradición éste obró. Al parecer en cierta ocasión San Blas acudió al auxilio de una madre desesperada que veía como su hijo se asfixiaba a causa de haber tragado una espina. La imposición de las manos del Santo sobre la cabeza del infante hizo que al instante expulsara la espina, recobrándose el niño de tan angustioso trance.
La sabiduría popular recoge este conocido refrán relacionado con la meteorología en torno a la festividad del Santo (3 de febrero).
Por San Blas la cigüeña verás; y si no la vieres, año de nieves;
y si la ves, año de bienes.
y si la ves, año de bienes.
Fotografías: Fran Rebordinos
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