miércoles, 25 de febrero de 2009

Recuperar las Raíces ...

Artículo de Opinión.
Manuel Centeno Morillo - Vocal del Cabildo de Gobierno
Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo (Valladolid)

RECUPERAR LAS RAÍCES PARA VIVIR EL FUTURO

Las cofradías a través de sus obras asistenciales y de sus actos religiosos públicos se constituyeron en los difíciles tiempos del siglo XVI en adelante como unos de los actores principales de la vida social y religiosa en España.
La vida de las cofradías, como la de España, se ha visto condicionada desde entonces por multitud de acontecimientos de toda índole que las ha llevado por la montaña rusa de la historia a suceder épocas de gran brillantez con épocas de absoluta decadencia y viceversa.
Hoy en día, en pleno siglo XXI, parece que nos ha tocado la de arena y que estamos inmersos en una época cuanto menos preocupante.
La sociedad española se ha visto en las últimas décadas envuelta en una ola de relativismo moral, de laicismo excluyente, de talante unidireccional, que trata de dinamitar por todos los medios los pilares de la Iglesia Católica y que, como no, afecta negativamente a las cofradías y a sus capacidades de actuación y de supervivencia.
No es la primera vez en la historia que el poder político intenta por todos los medios menoscabar la presencia en la sociedad de las creencias religiosas. Si en el XVI la nobleza centroeuropea apoyó las ideas reformistas de Lutero con el fin de romper el único y a la vez poderoso lazo que podía unir a las gentes de los países gobernados por el Emperador, hoy en día asistimos a una campaña feroz impulsada por algunos sectores políticos y por algunos grupos de presión que tomando como instrumentos de propaganda los medios de comunicación, tratan de desterrar de las conciencias ciudadanas cualquier atisbo de convicción moral sustituyéndola por el fomento del individualismo. Nos dicen con machacona insistencia que la fe, la conciencia y la moral son conceptos trasnochados y que lo que de verdad vale es que cada cual haga lo que le venga en gana, que el único límite moral es el que se imponga uno mismo y que lo único verdaderamente importante es la búsqueda del placer individual, sin importar los medios a utilizar para conseguirlo, y es que una sociedad sin referentes, una sociedad individualista hasta límites exacerbados, una sociedad amoral y egoísta se convierte en una masa impersonal más fácilmente manipulable.
Las cofradías, como no podía ser de otra manera, se ven envueltas en este clima antirreligioso que vivimos y sufren las consecuencias. Por un lado, su poder de convocatoria es cada vez menor, las generaciones más jóvenes, precisamente por esa juventud son las más influenciables, son cada vez más reacias a formar parte de las penitenciales, por otro lado, algunos sectores sociales y políticos no solo “pasan” de mantener un mínimo respeto por lo que las cofradías han supuesto y suponen en la historia, sino inversamente, haciendo gala justo de todo lo contrario al respeto por las opiniones de cada cual que dicen defender y que reclaman para sí mismos, en un alarde de “talante unidireccional” que les caracteriza, que les ha caracterizado históricamente, y que les califica humanamente, descalifican, se mofan y hostigan a la Iglesia Católica en general y cuando tienen ocasión a las cofradías en particular en un intento por recluirnos dentro de las iglesias, cuando no directamente por hacernos desaparecer.
Y ante esto, ¿qué es lo que podemos hacer?, ¿qué medidas podemos adoptar para solucionar esta situación?.
Obviamente dudo que nadie tenga la receta milagrosa, esa solución que sea la panacea para poder revertir la situación y que sea el remedio a esta decadencia en la que cada vez nos vemos más inmersos. No obstante, creo que lo único posible es la vuelta a los orígenes, la vuelta a los tiempos de la Contrarreforma, siempre con la adaptación lógica a los tiempos, por supuesto.
Las cofradías tenemos que volver a ser parte activa de la sociedad, y cuando digo parte activa de la sociedad me refiero a estar presentes en ella durante todo el año, no sólo la semana de Semana Santa. Hace tiempo decíamos en los boletines de mi cofradía que “Se es cofrade todo el año”, en clara referencia a que hay que estar presente en la vida de la cofradía durante todo el año y no sólo de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección, pues bien, ese mensaje que es plenamente vigente hoy en día, debe ser extensivo a las cofradías como entidad.
La organización de procesiones, la presencia pública en la calle está muy bien, como en el XVI cuanta más demostraciones públicas de fe se hagan mejor, máxime en tiempos difíciles como estos, por tanto, cuantos más cofrades y de mejor forma procesionemos junto a nuestras Imágenes más y mejor estaremos colaborando para un futuro más halagüeño, pero todo esto carecerá de sentido si no viene acompañado de otros aspectos tan o más importantes.
Las procesiones, los actos públicos, pueden quedar en un simple teatro de calle si no tienen el carácter litúrgico que les es propio y sin el cual carecerían de todo sentido.
Además, estamos moralmente obligados a recuperar el carácter asistencial de las cofradías. Con la lógica adaptación a las necesidades de nuestra sociedad, debemos reactivar nuestra parte social, debemos llevar a cabo tareas encaminadas a procurar una sociedad más justa, más equilibrada, ayudar a los más necesitados o, al menos, colaborar con aquellas asociaciones que tengan los medios para hacerlo.
La sociedad tiene que ser consciente de que las cofradías somos algo más que un grupo de gente que se viste de forma peculiar al término de la Cuaresma para representar por la calle la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, debe saber que puede y debe contar con nosotros, que como en nuestros orígenes podemos y debemos ser parte activa e importante de la misma.
De ti, de todos nosotros, depende que lo consigamos.

* * * * * * *

Manuel Centeno en la Semana Santa de Benavente:
Nuestro paisano es miembro de la Banda de Cornetas y Tambores "Santísimo Cristo del Perdón" que nos viene acompañando en la Procesión de las Tinieblas (Martes Santo) desde el año 2000.
Esta Banda está formada por hermanos de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo de Valladolid.

Enlaces:
Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo (Valladolid)
En nuestra web: Bandas de Música - Multimedia

1 comentario:

RVIEJO dijo...

Un muy bonito artículo del que suscribo punto por punto su contenido.
Espero que nos veamos este Martes Santo.
Un fuerte abrazo.