Obra del escultor valenciano Pío Mollar fue realizada hacia 1928, saliendo en un comienzo en la procesión del Santo Entierro, en la noche del Viernes Santo, tal y como se recoge en el programa de Semana Santa de 1930. Pronto vino a sustituir a la imagen de la Dolorosa que con anterioridad acompañaba a la Cofradía de Jesús Nazareno en la procesión del Encuentro, y que en la actualidad se guarda en una de las dependencias contiguas al coro parroquial de Santa María del Azogue. Desde entonces la imagen del escultor levantino sale en la procesión de dicha cofradía en la mañana del Viernes Santo.
De finísima elegancia y gesto de dolor contenido, hay en ella como un andar callado en el sufrimiento. Siendo así que la imagen nos participa de su humana aflicción en un ademán entre dolorido y melancólico, pero a la par trasmite una serena y delicada belleza como expresión resignada del íntimo desconsuelo. Este dolor comedido y dulcificado confiere al rostro de la Dolorosa de Bobillo notable calidad en la expresión, mientras por sus mejillas resbala una lágrima, que podría decirse es elevada también a la plástica escultórica.
Corazón atravesado por la espada
Lágrimas de angustia suprema
¡No hay dolor como el de María!
¡No hay dolor como el de La Madre!
Fotos: Fotografía Jesús año 2000
La Dolorosa en Santa María - Programa 1956
Programa 1987 - Foto estudio Pablo 1995
La Dolorosa en Santa María - Programa 1956
Programa 1987 - Foto estudio Pablo 1995
Juan Carlos de la Mata Guerra
Colaborador: Millán Núñez Ossorio
4 comentarios:
Amigo Juan Carlos, la fotografía de la Virgen Dolorosa en Santa María es la misma que aparece en el Programa de Semana Santa del año 1930, lo que me hace sospechar que la instantánea fue realizada durante los actos de bendición y presentación a los benaventanos de esta bellísima imagen.
Para mí, una de las imágenes más bellas de Benavente. La foto antigua es una joya.
Un abrazo.
Uno, que no es un devoto de estas cuestiones, pero sin embargo las admiro y admiro a quienes profesan su devoción, no deja de recordar mi infancia y mis años de juventud cuando asistía a las procesiones de Semana Santa y veía estas imágenes.
Había un Cristo (creo que era el yacente) que iba en una urna escoltado por la Guardia Civil. Tenía yo, por entonces, 9 años (hace ya muchísimos). Recuerdo que apagaban -a su paso- las luces del Bar España, en la Rua, como señal de respeto ante esa preciosa representación del hijo de Dios.
¡Que tiempos ¡
Un cordial saludo
Te estoy volviendo a mirar entradas antiguas publicadas hace tiempo y he de decirte que esta es un pasada . Puede que en alguno de mis blogs ( barandales o zamora apasionante ( http://zamoraapasionante.blogspot.com/ ) con tu permiso te coja alguna foto de esta bella imágen y te la publique en una entrada. Saludos
Publicar un comentario