martes, 17 de junio de 2008

De las Cofradías

Historia de la Nobilísima Villa de Benavente
Don José Ledo del Pozo - 1853
Libro Quinto - Capítulo V - De las Cofradías


En el Convento de Sto. Domingo estaba fundada la Cofradía del Rosario y Nombre de Dios, llamada vulgarmente de los Juramentos. El Pontífice Pío IV despachó las Bulas y expidió sus privilegios; esta Cofradía mantenía a sus expensas, doce ancianos de la Villa en un local destinado al efecto, que era la casa, donde actualmente está el tinte de Sepulcro. En 1512 Bernardo Alonso y Gonzalo de Frías, Alcaldes, Alonso de Rojas, Mayordomo y Juan de Mayorga, Escribano de ella trataron de deshacer los restos de noventa libras de cera que habían labrado en el Agosto del año anterior para fabricar nuevas velas y cirios para la festividad del Rosario, que celebraba la Cofradía en la Octava de la Asunción de Ntra. Señora; pero por un prodigio especial hallaron que los pequeños pedazos, que habían quedado de las velas y cirios que habían servido en las festividades del año, apenas habían perdido tres o cuatro libras de cera y reconociendo en esta maravilla, cuan acepta era a Dios esta Cofradía, reservaron con sumo cuidado esta cera milagrosa para mezclarla en pequeños pedazos con la demás que tenían que labrar y repartirla a los Cofrades, que se servían de ella encendiéndola en sus graves afliciones.
Otro prodigio semejante sucedió con la Cofradía de las Benditas Ánimas, en la que casi todos los vecinos se hallan incluidos. El día de los Santos salía de la Iglesia de Sta. María la Mayor, donde está establecida, una procesión a que concurren ochocientos o más devotos, que marchan cantando el rosario con su luz cada uno que da la Cofradía y como un año quisiesen quitar este gasto exhorbitante para convertirlo en sufragios, quiso Dios que al concluir la procesión, la cera no había en nada disminuido de su peso, probando así su divina voluntad cuan acepta le era esta devoción: mantiene la Cofradía dos Capellanes, para que apliquen misas por los hermanos difuntos y en los días festivos dicen la misa de las doce.
Hay otra Cofradía, que se llama de la Misericordia destinada para cuidar y socorrer con el alimento y asistencia a los pobres encarcelados. Cada parroquia tiene también su sacramental, pero las que merecen citarse especialmente son las llamadas Penitenciales, ordenadas para el culto de la Pasión del Señor. La de la Cruz, que en lo antiguo hacía su función con disciplinantes el Jueves Santo; y en la que no podían obtener oficio los plebeyos. La de Jesús Nazareno en que los hermanos visitando al Salvador del mundo le acompañan al encuentro y le siguen al Calvario con túnica negra, los pies desnudos y la Cruz a cuestas; y la del Sto. Entierro que acompaña la procesión, en que la Iglesia recuerda esta santa ceremonia.

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